viernes, 3 de diciembre de 2010

WITTGENSTEIN: El Ingeniero/matemático que terminó siendo Jardinero y Filósofo

"Trabajó como jardinero, para reprimir en su vida todo lo que no fuera coherente con su particular tabla de valores".


Mario Vargas Llosa*
(Nobel de Literatura 2010)

Sabemos que los filósofos son hombres que se dedican a pensar más que otros, pues estudian teorías, analizan problemas y plantean propuestas de solución ante las dificultades mentales que encuentren a su paso. Sin embargo, la carrera de un filósofo no solo radica en mejorar y analizar el pensamiento, sino también trata de plasmar a la realidad, aquello que formuló como teoría, con la finalidad de ver resultados en su esfuerzo mental. Razón por la cual muchos de ellos se dedican a enseñar (docencia, cátedra, profesorado) o bien a escribir libros, pero en ambos casos buscan reflejar su pensamiento, sea a través de la enseñanza o de la escritura, pues un filósofo sabe que tiene entre todos sus deberes, el deber de nunca dejar de pensar.



Ahora bien, existe el caso de filósofos que buscan ganarse la vida de una manera muy distinta a la actividad académica o a la escritura, para lo cual realizan actividades o labores muy alejadas de la labor intelectual, como por ejemplo, el caso del filósofo Baruch Spinoza, quien por la mañana se dedicaba a pulir los cristales de lentes, ganándose algunos centavos durante el día para poder comer. Pues bien, el filósofo Wittgenstein no pudo ser la excepción y en el año 1926 ingresó como JARDINERO en un monasterio, dedicándose al cultivo y cuidado de las plantas (rosas en especial). Pero de una manera breve y concisa, conozcamos algunos aspectos de su vida.

Ludwig Wittgenstein, nació en Viena un 26 de Abril de 1889. Fue Ingeniero, Matemático, Filósofo, lógico y Jardinero austríaco (luego se nacionalizaría británico). Proveniente de padres judios, tuvo una educación particular, pues hasta los 14 años de edad fue educado con profesores particulares. Cursó estudios en la Escuela Real de Linz y en la Es­cuela Técnica Superior de Berlín. Su formación como ingeniero lo llevó a inscribirse en la Universidad de Manchester y a diseñar un exitoso motor para aviones. Pronto sus intereses se desplazaron hacia las matemáticas puras y el problema de su fundamentación. El libro que leyó Wittgenstein, el cual hizo nacer la vocación de Filósofo en él, fue el Principia Mathematica, publicada por Bertrand Russell a quien cierto día Wittgenstein lo abordó (a la salida de una clase) y le dijo: "Profesor Russell, quiero que usted me diga si soy un idiota o no". Russell consternado le preguntó sobre la razón de una petición y Wittgenstein le contestó: "Porque si soy un idiota voy a seguir haciendo lo que hago, que es dedicarme a la inge­niería aeronáutica; y si no lo soy, deseo dedicarme a la filosofía". Russell con mucho tino le respondió: "Verá, en verdad no sé si es usted un idiota o no. Tráigame algo que haya escrito para que yo pueda leerlo y hacerme así, quizá, una idea respecto de su inteligencia". A los pocos días, Wittgenstein volvió a abordarlo, esta vez para entregarle un es­crito. Russell lo leyó y al día siguiente, al encontrarse con Wittgens­tein le dijo: "Usted no debe dedicarse a la ingeniería aeronáutica".


Tras morir el padre de Ludwig en 1913, éste viajó a Noruega, en donde construyó una cabaña y vivió solo en un profundo aislamiento durante un año. Ahí en la soledad de su cabaña se dedicaba a resolver problemas matemáticos y problemas de la lógica, mientras con Russell mantenían correspondencia.

Al empezar la primera guerra Mundial en 1914, Wittgenstein formó parte voluntario de la artillería austriaca. Fueron 4 años que estuvo ahí, pero siempre llevaba consigo cuadernos en donde anotaba sus pensamientos filosóficos, hasta que en 1918 cae prisionero del ejército italiano y ahí encerrado dispuso de tiempo libre para revisar sus apuntes y corregirlos. En la prisión lo veían como un hombre lacónico, silencioso, melancólico y extraño. Luego de la guerra fue liberado en 1919 y regresando a Viena renunció a la parte de su herencia. Una vez en Viena, se encontró con Russell y discutieron punto por punto en un salón la tesis que planteaba el Tractatus, publicado por primera vez en 1921 con la introducción de Russell.

El Tractatus Lógico Philosophicus iba a ser la obra que revolucionaria en el campo de la lógica por la explicación detallada de cómo veía el mundo y las cosas que hay en el mundo, además analiza los problemas del lenguaje y los problemas de la lógica. Incluso, organizó un debate en donde Wittgenstein discutía con sus mayores y no de una manera “respetuosa” que digamos, pues era muy polémico y no le importaba si estaba ante “eminencias” de la época o profesores renombrados. Cuando Russell y Moore reconocieron la importancia de la obra y lo felicitaron, Wittgenstein pasó, los miró y alzó el brazo diciendo “Ustedes no entienden, ni podrán entender nada”. Otro suceso se dio cuando le arrojó a Karl Popper un atizador de estufa en el año 1946 cuando Popper daba una conferencia sobre “Ética”.

Hubo un período en que Wittgenstein abandonó la filosofía y trabajó como profesor de matemáticas en algunas escuelas (1920 – 1925), luego su trabajo de jardinero en un monasterio. También le construyó una casa a su hermana, lo cual le llevó dos años.

Ya por el año 1927 conoce al filósofo Moritz Schlick, gracias a Rudolf Carnap y F. Waissman, con el cual se reunía para discutir problemas filosóficos, con lo cual sintió otra vez un “llamado” a la filosofía y que su trabajo en el Tractatus no estaba terminado, pues quedó inconforme y empezó a ver otras perspectivas y ha plantearse otros problemas filosóficos distintos a los que ya había escrito en el Tractatus. Fue así como en el año1929 obtuvo el doctorado en Filosofía (Cambridge) y organizó una conferencia sobre Ética, dictando también clases pequeñas que con el tiempo llegaron a reconocérsele. En esa nueva obra las Investigaciones Filosóficas, da a conocer que la filosofía no es una teoría, sino una constante actividad. Además en el nuevo libro cambia el panorama que él tenía de ver al mundo, tal como lo describió en el Tractatus y opta por plantear un nuevo problema acerca de los juegos del lenguaje. Esto ha marcado el eje de la filosofía del lenguaje, la cual ha llegado a nuestros días.

En el año 1937 Wittgenstein se nacionalizó británico, mientras que sus clases y sus apuntes de clases empezaban a circular notablemente. Una vez que se desató la segunda guerra mundial, colaboró como enfermero en Londres y Newcastle. Ya por el año 1947 renuncia a su cátedra en Cambridge y se fue a vivir a Irlanda, donde en 1951 fallece víctima de un cáncer a la edad de 62 años, dejando como últimas palabras al médico que lo estaba asistiendo lo siguiente: “Dígales porfavor a mis amigos que he tenido una vida maravillosa”, luego de esto falleció.


Cito a continuación, algunos de sus mejores aforismos, pues como bien dijo él mismo "Quiero dejar en claro que quizás en mis cortas sentencias, se ocultan grandes visiones".

1. “El mundo es la totalidad de los hechos y no de las cosas”.


2. "El mundo es todo lo que acaece".


3. "La filosofía es una lucha contra el embrujamiento de nuestra inteligencia mediante el uso del lenguaje".


4. "Lo que se deja expresar debe ser dicho de forma clara".


4.1. "Lo que escribo aquí puede ser materia débil; solo así estoy en situación de producir lo grande e importante".


5. "Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo". (T.L.Ph. 5.6)


6. "Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse así mismo".


7. "Sentimos que aún cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales todavía no se han rozado en lo más mínimo. Por supuesto que entonces ya no queda pregunta alguna; y esto es precisamente la respuesta". (T.L.Ph. 6.52)


8. "Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas". (T.L.Ph. 6.54)


9. "Una palabra nueva es como una semilla fresca que se arroja al terreno de la discusión".


9.1 "Hay reflexiones que siembran y reflexiones que cosechan".


10. “Un filósofo que no toma parte en las discusiones es como un boxeador que nunca entra al cuadrilátero”.


11. “El pensamiento de un hombre ocurre dentro de su conciencia en un aislamiento, en comparación al cual cualquier aislamiento físico es una exhibición a la vista pública”.


12. “Es una hipótesis que el sol saldrá mañana, y esto significa que no sabemos si lo hará”.


13. “La lógica se cuida a si misma; todo lo que tenemos que hacer es mirar y ver cómo lo hace”.


14. “La lógica no es un cuerpo doctrinario, sino una imagen espejada del mundo. La lógica es trascendental”.


15. “No podemos pensar nada ilógico, porque de lo contrario tendríamos que pensar ilógicamente”.


16. “El mundo es independiente de mi voluntad”.


17. “Nada es tan difícil como no engañarse”.


18. "Lo que es pensable, podría ser también posible".


19. "Cuando llegué a casa esperaba una sorpresa y no había sorpresa alguna para mí; por lo cual, sin duda, quedé sorprendido”.


20. "De lo que no se puede hablar, mejor es CALLARSE".


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* "Wittgenstein en Máncora" - Artículo escrito en la revista "Caretas" - Enero 2003.











1 comentario:

  1. Hola David:
    interesante tu Post sobre Wittgenstein. Yo acabo de escribir sobre él en mi Blog. Si no te da pereza, adelante:
    http://antoniatejeda.wordpress.com/

    Saludos desde Madrid,
    Antonia

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